Aruba
es un paraíso bien guardado en el corazón del sur del Caribe y pensado por la
naturaleza para que los recién casados pasen la más romántica luna de miel.
Aruba se
caracteriza por tener unas bellísimas playas de arena blanca, tranquilas, suaves
y tendidas, pero por otro lado la isla también conoce el lado aventurero del
viajero y por ello dispone de playas con olas de gran tamaño y viento para
realizar todo tipo de deportes acuáticos extremos. Existen varios
lugares de interés para el viajero que no hay que perderse, como su capital,
Oranjestad, caracterizada por su arquitectura colonial holandesa de colores
pasteles, o bien, el puente natural de Aruba, erigido a ocho metros sobre el
mar, y con treinta metros de longitud: una formación de caliza coral esculpida
por el mar.
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